En estos días Panamá no solo será recordada como centro regional o punto estratégico para el comercio o el tránsito de personas; se convertirá en un hub de la esperanza. Punto de encuentro donde jóvenes provenientes de los cinco continentes, cargados de sueños y esperanzas, celebrarán, se encontrarán, rezarán y reavivarán el deseo y su compromiso por crear un mundo más humano", adujo el papa Francisco en su discurso en la Cancillería de la República la mañana de este jueves en su segundo día en el istmo panameño.
La visita papal se realiza en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se desarrollará hasta el próximo 27 de enero.
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Su Santidad visitó el Palacio de las Garzas y luego la Cancillería, donde agradeció la invitación y palabras de bienvenida del presidente de la República Juan Carlos Varela a la nación, además de enviar un saludo y agradecer a todo el pueblo panameño que desde Darién hasta Chiriquí y Bocas del Toro, han acogido a jóvenes de todo el mundo. "Gracias por abrirnos las puertas de la casa", dijo.
El argentino mencionó que al hospedar los sueños de estos jóvenes, Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo y genera horizontes vitales que señalan una nueva espesura al caminar con una mirada respetuosa y llena de compasión sobre los otros.
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"Así como se refirió a Otro mundo es posible, lo sabemos y los jóvenes nos invitan a involucrarnos en su construcción para que los sueños no queden en algo efímero o etéreo, para que impulsen un pacto social en el que todos puedan tener la oportunidad de soñar un mañana: el derecho al futuro es también un derecho humano", afirmó el Sucesor de Pedro.
FInalizó su discurso diciendo. "Que Santa María la Antigua bendiga y proteja a Panamá".